Se encienden las luces de mi casa,
sin bajar las persianas,
por si hay luna,
por si hay estrellas.
Olor de aceite caliente,
crujir de unas patatas en la sartén,
sombras chinas del televisor en los cristales,
y mis pies sobre el sofá...
Quisiera estar dormida,
no despertar.
Quedarme aquí,
en estas paredes azules,
en este olor a silencio,
entre el suelo y los sonidos secretos de mi vida cotidiana.
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