
El verano libre,
las sillas pequeñas de mimbre,
las manos de mi abuelo con cerezas,
las series de televisión en la salita, con el ventilador,
el cámping,
la bicicleta verde, y la mia plegable,
los bocadillos de patatas fritas,
las farolas con mosquitos,
las lluvias de estrellas,
los relámpagos sobre el mar en la terraza,
el olor a repelente de mosquitos,
la caña de pescar,
aquellas panochas de la carretera,
los vestidos azules,
y el amor entre mis padres...
Esa niñez,
que seguro no volverá.
1 comentario:
Que guapa estás en esa foto, eso no es que no vaya a volver... es que ya no se va!
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