El sol,
que ha desteñido mis muebles,
se viene conmigo,
también mis fotos, los cuadros, los libros, los cojines y las sábanas.
No se vienen el dibujo de Line, el color azul, el espacio cuadrado, el silencio, ni estos espíritus que no saben salir de mi habitación...
Nos vamos solos,
pero nos vamos juntos.
Pintaré las paredes otra vez,
dibujaré esta vez los nombres sobre la puerta...
Y será otra vez nuestra.
Pero adiós, casa.
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