Mi yo, mi idea, mi sueño.
Ahora arrastro todo eso de una cuerda,
atada a mi cintura, por debajo del pecho.
Hago todo lo que he de hacer,
pero ya no quiero hacerlo,
ahora mi cuerpo no es mio,
ni mi mente,
ni el aire que respiro.
Y tengo miedo,
de querer y no querer más.
Ahora que me siento ausente,
tengo tantas cosas que hacer...
2 comentarios:
Afortunadamente sabes escribir....
Sí, puede ser que sepa, o eso intento todavía.
A ver qué pasa mañana
Publicar un comentario